A la orilla del mar
Sitúate en una posición que te resulte cómoda y relajante. Cierra los ojos.
Voy a pedirte que te hagas consciente de determinadas sensaciones corporales que
sientes en estos momentos, pero de las que no te das cuenta de manera refleja...
Cae en la cuenta del roce de tu ropa en tus hombros... Ahora del contacto que se
produce entre tu ropa y tu espalda, del contacto de tu espalda con el respaldo
de la silla en la que estás sentado... Percibe la sensación de tus manos cuando
se juntan o reposan en tu regazo... Hazte consciente de la presión que tus
muslos y nalgas ejercen sobre la silla... Cae en la cuenta de la sensación de
tus pies al tocar los zapatos... Ahora hazte consciente reflejamente de la
postura en la que estás sentado...
De nuevo: tus hombros... tu espalda... tu mano derecha... tu mano izquierda...
tus muslos... tus pies... la posición en que estás sentado... Procura no
detenerte en cada parte durante más de dos minutos, hombros, espalda, muslos,
etc. Pasa continuamente de uno a otro...
Puedes concentrarte en las partes del cuerpo que yo he mencionado o en aquellas
otras que tú desees: cabeza, cuello, brazos, tórax, estómago... Lo
verdaderamente importante es que llegues a captar el sentir, la sensación de
cada parte; que la sientas durante uno o dos segundos y que pases a otra parte
del cuerpo...
La dinámica que vamos a hacer hoy se llama “A la orilla del mar”…
Quiero que imagines que estás en algún lugar a la orilla del
mar... ¿Cómo es tu orilla del mar?...Camina un poco alrededor...
¿Cómo es la playa debajo de tus pies?... Agáchate y toca la arena y el resto de
cosas que haya en la playa a fin de conocerla
mejor... Ve hacia la orilla y siente el agua
salada... Camina a lo largo de la costa y
mira qué ha traído la marea... ¿Qué puedes oler?... ¿Cómo está el tiempo?...
¿Cómo te sientes estando allí?...
Explora la playa por tu cuenta durante un rato y mira qué otras cosas puedes
descubrir...
Ahora quiero que mires hacia el océano... ¿Cómo es el océano?...
Mira hacia la izquierda y la derecha siguiendo la línea de la costa... Ahora
mira enfrente, hacia mar
adentro. Muy a lo lejos hay algo que se mueve gradualmente hacia ti,
acercándose poco a poco movido por las olas. Al principio, no estás seguro de
de lo
que es y de qué tamaño tiene, pero a medida que se aproxima
estás en condiciones de ver qué es... Míralo atentamente mientras
se acerca hasta llegar a la playa... Cuando llegue, ve a su encuentro
y examínalo cuidadosamente, descubre todo cuanto te
sea posible acerca de eso... Rodéalo y
míralo por el otro lado... ¿Cómo
es?... Tócalo y observa qué sensación te produce... ¿Puedes aventurar
algo respecto a su pasado y de que
acontecimientos lo trajeron a esta
playa?... ¿Cómo te sientes respecto a esto?...
Ahora quiero que te conviertas en ese objeto que llegó a tu
playa. Siendo ese objeto, ¿cómo eres?... ¿Cuáles son tus características?
En silencio, descríbete a ti mismo empezando por la expresión "Yo soy"... ¿Cómo
te sientes siendo ese objeto?... ¿Qué ha ocurrido para que acabaras en esta
playa?... Tomate cierto tiempo en tomar
mayor contacto con la experiencia de
ser esa cosa...
Vuelve a ser tú mismo nuevamente y mira otra vez a ese
objeto sobre la playa... ¿Ves algo que no notaste antes?... ¿Qué sientes
hacia esa cosa ahora?... Echa una última mirada al lugar..., y date cuenta
si ha cambiado alguna otra cosa... Ahora despídete lentamente de tu
orilla del mar..., y de cualquier cosa que llegó a tu playa... y regresa a tu
existencia en este cuarto. Simplemente permanece
tranquilo en tu experiencia durante un rato...
Fuente: Basado en el ejercicio Orilla del Mar del libro "El
Darse Cuenta", John Stevens.