La patronal y el sector público andaluz
JUAN TORRES LÓPEZ 18/06/2011
El presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía, prácticamente a
coro con otros dirigentes patronales, ha afirmando que "es evidente que hay un
sobredimensionamiento de las administraciones públicas, una superposición de las
administraciones públicas y un excedente de funcionarios". Una aseveración sin
mucho fundamento y que me parece que solo responde a sus preferencias
ideológicas y al intento de contribuir con menos impuestos al interés colectivo.
Es evidente que no hay una medida objetiva que indique cuál es el número ideal
de empleados públicos, no solo de funcionarios, que debe haber en una sociedad.
Pero lo que sí sabemos a ciencia cierta es que las sociedades más competitivas y
favorables para el bienestar humano son generalmente las que tienen un sector
público mayor y más eficiente. Por eso la única forma de poder hablar con
propiedad de si su dimensión es más o menos la adecuada es la de compararnos con
esas naciones que deberían servirnos de referencia.
Para ello daré algunos datos relativos al periodo 2000-2008 (que es mucho más
representativo que el de los dos últimos años de excepcionales condiciones
económicas) recogidos del informe "El empleo público en España no es excesivo.
Los errores del informe sobre el coste de la administración de la EAE Business
School", realizado por Vicenç Navarro, catedrático de Políticas Públicas de la
Universidad Pompeu Fabra y de la John Hopkins University de Estados Unidos, y
Marta Tur, coordinadora del Observatorio Social de España.
España es uno de los países integrantes de la UE-15 con un sector público de
menor tamaño. Nuestro porcentaje de población empleada en él sobre el total de
población activa era del 12,75% en 2008, mientras que el de Dinamarca llega al
31,27%, el de Finlandia al 24,64% o el de Suecia al 26,2% en 2007. Y, a
diferencia de lo que también se afirma, el crecimiento del empleo ha sido más
rápido en el sector privado que en el público.
Es verdad que de 2000 a 2008 el gasto público realizado por España ha aumentado
significativamente, con una media del 5% anual que es superior a la de la UE-15
que fue del 3,4%. Pero hay que tener en cuenta que el déficit que presenta
España en cuanto a gasto público respecto a la UE-15 es muy grande. Así, a pesar
de este crecimiento, todavía tenemos un gasto público por habitante de 2.600
euros (estandarizados) menos que el promedio de la UE-15.
Además, España era en 2008 el país de la UE-15 que menos gastaba en salarios a
los trabajadores públicos y el quinto que menos gastaba en compensación salarial
a sus empleados públicos por habitante.
Sobre Andalucía lo cierto es que está muy ligeramente por encima de la media
española en estos parámetros pero, por tanto, muy alejada también de los niveles
medios y superiores de nuestro entorno europeo más ejemplar.
Y tampoco es cierto que en Andalucía la tendencia haya sido al crecimiento del
número de empleados públicos si la medición se hace tomando el porcentaje de
asalariados en el sector público sobre el total de asalariados, puesto que aquí
se registró una disminución de 1,30 puntos de 2005 a 2008 y en el conjunto
español de 0,80 puntos.
Por tanto, si nos comparamos con los países europeos más ricos y competitivos lo
cierto es que no tenemos un sector público demasiado grande, como dice la
patronal, sino demasiado pequeño y que debemos aumentar nuestro gasto público en
lugar de reducirlo.
Naturalmente, lo que acabo de señalar no quiere decir que el sector público
funcione todo lo bien que debiera (lo que es prácticamente imposible gastando
insuficientemente en él) o que todos los empleados públicos estén bien
utilizados. Pero eso es una cosa y otra que esté sobredimensionado, como afirma
el señor Herrero.
Por otro lado, no se puede olvidar que lo que está pasando a partir de 2009 es
extraordinario y que no es precisamente la iniciativa pública a quien haya que
hacer responsable de ello sino más bien a la privada, y particularmente a la
financiera. Lo que quizá habría que preguntarse es cómo estaríamos ahora y dónde
habrían ido muchas más empresas de las desaparecidas por culpa de la banca si
hubiésemos tenido ya el sector público jibarizado que propone las patronales.
En suma, o el presidente de la patronal andaluza está muy mal informado o lo que
desea es que Andalucía se parezca más a los países atrasados que a los más
avanzados que nos rodean.
Juan Torres López es catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de
Sevilla.