“Mujer he ahí a tu hijo, hijo he ahí a tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa (Jn. 19, 26-27).
Queremos conocer a Jesús. María nos acoge como hijos; nosotros, la acogemos en nuestra casa como Madre, de un modo especial y significativo. Dejemos que María nos acompañe en nuestras preguntas y necesidades. Bajo la acción del Espíritu ella nos habla como nadie de su Hijo Jesús: “su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas (hechos y palabras de Jesús) en su corazón, mientras Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres’ (Cfr Lc.2, 51-52)
Entre nosotros hablamos de Jesús, meditamos en él. Ahora, en este retiro, nos preguntamos, Jesús, ¿Quién eres tú? Y ¿A qué vienes a mí? ¿Cuál es tu proyecto entre nosotros, en lo Iglesia y en el mundo? Creo que los contenidos de este documento, y su hilo conductor y progresivo, nos pueden ayudar a tener una visión interna y expresiva del Adviento y del progreso en el conocimiento de Jesús a lo largo de todo el año litúrgico y de toda nuestra vida en la tierra. El desarrollo de lo que el Señor ha puesto en nuestro corazón.

A la hora de afrontar lo que nos ofrece Carlos Mesters adoptamos esta dinámica:

1° Leer el documento despacio, saboreándolo, dejándose “gustar y sentir internamente”, dejándose sorprender, para más amar a Jesús y seguirle.

2° Darme cuenta de cómo resuena en mi, cómo me afecta y que perspectivas me abre.

3° Contemplar las citas bíblicas que lo fundamentan.

4° El contenido del documento ¿Tiene algo que ver con el Jesús que yo ya venía viviendo?

Comunicación paro compartir lo descubierto y crecer en la fe y en la comunión